Caminos inescrutabless
por Pastor Noble D. Vater
Publicado originalmente en la Revista Heraldo de Gracia,
número 4 de 1981. Revisado 23 de julio de 2009
Esta frase es parte de una exclamación de alabanza con la cual Pablo termina una sección de la epístola a los cristianos en Roma. La sección (Romanos 9-11) encierra verdades profundas, algunas de las cuales desafían exitosamente la razón humana. Aun el mismo Pablo no podía explicar algunos hechos. Por ejemplo, después de afirmar de Dios en Romanos 9:18 “que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece”, Pablo anticipó una objeción: "Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque, ¿quién ha resistido su voluntad?" El gran apóstol no ofrece respuesta alguna que satisfaga la razón humana. No se esfuerza por contestar estas preguntas, mostrando cómo Dios puede inculpar a la vez que hace su voluntad irresistiblemente. Porque Pablo ya había aseverado que nadie resiste la voluntad de Dios (Romanos 9:6-18), y también había afirmado que Dios condena a los malhechores (véase Romanos 1:18 hasta 3:18). En vez de demostrar que la objeción no tiene fundamento él dice que nadie tiene el derecho de hacer tal pregunta a Dios: "Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así? ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?" (Romanos 9:20, 21).
Con razón el apóstol alaba a Dios en palabras exaltadas como éstas: "¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos 11:33)
Duele el espíritu de aquellos que admiran, aman y adoran a Dios al ver cuan pocos alaban a Dios como Pablo. ¿No se debe esto al hecho que muchos no han visto los juicios insondables y los caminos inescrutables del Señor?
¿Por qué no ven los caminos inescrutables? Muchos quieren razonar todo y aceptar sólo lo que su razón puede profundizar. La doctrina de la Trinidad es un ejemplo común. No tiene sentido para la mente humana creer que hay un solo Dios y que este Dios existe en tres personas. Claro está que la Biblia afirma (1) que hay un solo Dios; también (2) que el Padre es Dios, el Hijo es Dios y el Espíritu Santo es Dios; y además (3) se ve que el Padre no es el Hijo, y el Espíritu Santo es distinto del Padre e Hijo. Hay abundancia de pruebas y desde los días apostólicos la Iglesia de los fieles siempre ha defendido estas verdades. Por eso adoramos al Señor, Dios en tres personas.
Pero, como estos hechos no parecen razonables a los seres humanos (y no tienen una explicación que la mente humana pueda comprender), por lo tanto dicen que esta enseñanza no puede ser así, de modo que algunos (“tri-teístas”) creen que hay tres dioses y son un Dios sólo en el sentido que quieren lo mismo, están de acuerdo en todo, son infinitos, perfectos, etcétera.
Otros niegan la personalidad del Padre, Hijo y Espíritu y dicen que son “modos” o maneras de ser (como Juan del Pueblo es obrero, marido y ciudadano). Estos son los que creen en "Jesús solamente". (Un nombre popular para esta creencia es “sabelianismo” por el nombre del hombre conocido por haber promovido esta idea equivocada.)
Los llamados Testigos de Jehová representan los arrianos de antaño, los que fueron derrotados por Atanasio en los debates con ellos. Los llamados Testigos de Jehová abogan que toda la Palabra de Dios es lógica y razonable según las normas humanas, y por consiguiente estos presentan su explicación "lógica" de Dios, apoyada por sus propias conclusiones basadas en algunos versículos, mientras que pasan por alto o tuercen muchos otros versículos. Mientras que los "testigos" dicen que Cristo es creado por Dios, y es un dios, hay otros que simplemente dicen que Jesús era un hombre nada más y que el Espíritu Santo es una influencia divina.
¿Qué tienen todos estos en común? Todos se apoyan en la lógica, en los razonamientos y rehúsan creer lo que no pueden explicar en una manera que satisface a su propia “lógica”. Los de ellos que profesan creer la Biblia, la maltratan partiendo de la premisa: todo lo que hay en la Biblia debe tener sentido a nosotros; luego: la doctrina de la Trinidad no tiene sentido; conclusión: la doctrina de la Trinidad es falsa. Así que estos que siguen a sus propias premisas falsas no pueden adorar a Dios exclamando: "¡Cuan inescrutables son sus caminos!" “¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?" (Job 11:7)
Las Escrituras nos advierten que los pensamientos del Señor son más altos que los nuestros, como los cielos son más altos que la tierra (Isaías 55:8, 9). Nos dicen que los hombres "se envanecieron en sus razonamientos...profesando ser sabios se hicieron necios..." (Romanos 1:21, 22). La misión del apóstol Pablo fue "llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo" (2 Corintios 10:5). Pero el hombre quiere retener su autonomía mental y no pensar de acuerdo a los pensamientos de Dios. Con todo esto, "La sabiduría clama en las calles, alza su voz en las plazas... ¿Hasta cuando, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán la ciencia?" (Proverbios 1:20, 22).
En nuestros sermones y escritos usted oirá y leerá enseñanzas bíblicas que aplastan los razonamientos humanos. ¿Someterá su intelecto y pensamientos a los de Dios? ¿Estará usted contento en adorar a Dios con Pablo y como Pablo? O, ¿estará como aquellos que, leyendo las cosas difíciles las tuercen? (2 Pedro 3:15, 16). O como los judíos ¿dejará al verdadero Cristo para buscar a uno imaginario? (Juan 6:65, 66). No podemos explicar todo, pero lo que está escrito tan claramente, no lo cuestionamos. "Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios?".